Una Semana de cambios en la feligresía

Por Juana De Jesús
SANTO DOMINGO, 13 abril, 2022 (ADPRESS).- La feligresía católica de todo el mundo conmemora la Semana Santa siempre entre los meses de marzo y abril de cada año. De manera y ocasiones distintas, participan, a su manera, católicos, evangélicos, testigos de Jehová y musulmanes.
La Iglesia Católica conmemora la pasión, muerte y resurrección de Jesús desde el año 325, cuando se realizó eI Concilio de Nicea. Las diversas denominaciones cristianas evangélicas guardan también cierto respeto en estas fechas.
En cuanto a los Testigos, de Jehová, realizan un memorial que corresponde al 14 de Nisán en el calendario judío, mientras que en el Islam se guían por su calendario y celebran el mes sagrado, Ramadán, que siempre coincide con esta celebración.
Todo ha cambiado
Pero a diferencia de otros países que aún mantienen una fuerte convicción y arraigo del fervor religioso y costumbres de antaño, en el país las tradiciones han cambiado radicalmente en la llamada “Semana Mayor”.
Antes, las pocas emisoras de radio que seguían trabajando, así como los canales de televisión, solo transmitían música sacra y contenido relativo a la época. En cuanto al Viernes Santo, era un día de reflexión en el que los padres instaban a los hijos a mantenerse callados, en signo de respeto por la muerte de Jesús.
Los viernes de cuaresma no se comía ningún tipo de carne, tampoco los Viernes Santos. Pero pocos le hacen caso a esa antigua tradición familiar hoy día.
Por el contrario, en la radio (salvo algunas excepciones), ahora transmiten todo tipo de interpretaciones, bachata, merengue, salsa y hasta urbanos, mientras en la televisión local pasan películas y telenovelas, además de las emisiones de noticias y programas de costumbre.
Tradiciones que se mantienen
Pero como algo bueno, en muchos hogares dominicanos se mantiene la tradición de hacer las habichuelas con dulce, tanto en el campo como en la ciudad.
Mientras, miles de personas se marchan de la capital a compartir con sus familiares en el interior, otros pasan el fin de semana en resorts, o se van de pasadía a algún balneario, costumbre que ya muchos han hecho su ley.
Pero los que se quedan en Santo Domingo disfrutan igual. Niños y adultos llenan las calles de los barrios, sobre todo por las tardes, jugando vitilla, o dominó, o bañándose en las piscinas móviles que instalan algunos para refrescarse.
No hay tanto fervor religioso
Treinta años atrás había aún un fuerte fervor religioso en el país. La semana entera, la gente copaba los templos día tras día de la Semana Santa, pasando por el Viernes Santo, Sábado de Gloria que es la antesala de la resurrección y culminando con el llamado Domingo de Resurrección, cuando se conmemora la salida de Jesús del Santo Sepulcro.
Pero, desde hace un tiempo, la asiduidad a misas, cultos y otras actividades conmemorativas ha caído, e incluso los sacerdotes y pastores han llamado a la gente a participar de la programación en los templos. Aparentemente, la gente prefiere divertirse en otros asuntos, más que ir a escuchar las prédicas cristianas.
Incluso, y en competencia con la tradicional Misa del Sábado de Gloria, varios empresarios organizan fiestas con artistas reconocidos, en centros de convenciones de corporaciones hoteleras y en discotecas, recordándonos a todos que, a 1,697 años de instaurada, ya la Semana Santa no es tan santa.
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