Ralentizada Donación de órganos en Rep. Dom.

El Gobierno Dominicano, promulgó la Ley de Donación y Legado de Órganos y Tejidos para Trasplantes, con el número 329-98. Esta Ley crea dos estructuras: El Consejo Nacional de Trasplantes, (CNT) encargada de diseñar las políticas generales relacionadas con la donación y el trasplante de órganos, tejidos y células a nivel nacional, y el Instituto Nacional de Coordinación de Trasplantes, (INCORT).
El (CNT), reglamenta la práctica de donación y legado, extracción, conservación e intercambio de partes, órganos y tejidos para trasplante, investigación y educación, incluidos los principios de ética fundamentales.
Como también acreditar y/o autorizar los hospitales y demás centros de salud públicos o privados donde podrán efectuarse la extracción y/o trasplante de órganos y tejidos.
Llevar a cabo, a través de los mecanismos que considere pertinentes, una labor de educación y concienciación de la ciudadanía, a fin de estimular las donaciones y legados de partes, órganos y tejidos para fines de trasplante, investigación y educación.
Por su parte El Instituto Nacional de Coordinación de Trasplante (INCORT) es el órgano de dirección técnica administrativa del Ministerio de Salud Pública que coordina las comisiones técnicas establecidas por el Consejo Nacional de Trasplante (CNT), así como la red de coordinadores que pone en marcha de las políticas diseñadas por el CNT relacionadas con la donación de órganos, tejidos y células para trasplantes en todo el territorio nacional.
Desde finales de 1994 y hasta 1996, se trabajó en la elaboración del proyecto que culminaría en la
Ley 329-98, concebida para regular la donación y legado, extracción, conservación e intercambio para
trasplante de órganos y tejidos humanos. Para su creación se tomaron como referencia las
leyes de España, Argentina y Francia, entre otras, debido a que se había acordado por los integrantes
del primer Proyecto Siembra (1994) que las leyes latinoamericanas en materia de donación y trasplante
tuvieran referentes comunes que permitieran facilitar estos procesos.
La falta de cobertura de seguridad social es uno de los elementos que ha impedido que muchos
pacientes sean beneficiados con el trasplante. Por tal motivo, el INCORT realizó varias reuniones de
trabajo con la Superintendencia de Salud y Riesgos Laborales (SILSARIL) durante los años 2018 y 2019 y
logró que se aprobara la Resolución 431-02 a cargo del Consejo Nacional de la Seguridad Social (CNSS),
lo cual significó un logro para garantizar la cobertura total a los pacientes renales, el donante fallecido, así
como las etapas pre y postrasplante al receptor.
En el país el costo hospitalario de un trasplante de riñón es de unos 800 mil pesos, a lo que se suman unos 200 mil pesos en analítica, que rondan entre los 60 y 70 análisis y otros estudios que deben realizarse previo al trasplante, a lo que se suma el uso de medicamentos de por vida para evitar rechazos del órgano.
Según datos del Instituto Nacional de Coordinación de Trasplante (INCORT), el primer trasplante de órgano sólido en nuestro país se realizó 1972, luego el Hospital General Plaza de la Salud realizó el día 13 de octubre de 2020, con éxito, el primer trasplante funcionante de páncreas y riñón a una paciente de 27 años con enfermedad diabética tipo 1
Se estima que la incidencia anual para nuestro país es de 150 a 200 habitantes por millón de
población (1500 a 2000 pacientes necesitarían todos los años algún tipo de terapia renal sustitutiva).
El trasplante renal es la mejor terapia de sustitución renal, ya que ofrece mejor supervivencia del paciente,
mejor calidad de vida y es más económico para la sanidad pública o privada.
En la República Dominicana se hicieron 63 trasplantes de órganos durante 2018, y se han realizado otros 27 entre enero y mayo de 2019, según cifras del Instituto Nacional de Coordinación de Trasplantes (Incort).
Según los últimos datos de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) disponibles, la República Dominicana descendió en 2016 hasta el puesto 77 en número de pacientes trasplantados, de un total de 96 que reportaron tener actividad.
En 2017 se realizaron casi 140.000 trasplantes de órganos sólidos en el mundo. Aunque es una cifra
impresionante, esta actividad apenas cubre el 10% de las necesidades globales de trasplantes. La
disparidad entre la oferta y la demanda de órganos ha llevado a la emergencia de delitos relacionados
con los trasplantes, tales como la trata de personas con fines de extracción de órganos y el tráfico de
órganos humanos.
Estos delitos violan los derechos humanos fundamentales y plantean graves riesgos para la
salud tanto individual como pública. Se desconoce el verdadero alcance de los delitos relacionados con
los trasplantes, pero se estima que entre el 5% y el 10% de los trasplantes a nivel mundial tienen lugar
en el contexto del comercio internacional de órganos, que a menudo implica el turismo de trasplantes a
destinos donde las leyes contra la venta y compra de órganos humanos son inexistentes o están mal
aplicadas. La trata de personas con fines de extracción de órganos y el tráfico de órganos humanos también puede darse dentro de los límites de una jurisdicción determinada, sin incluir viajes para trasplantes. En todos los casos, los sectores más vulnerables de la población a menudo se convierten en víctimas de explotación y coacción.
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