Informe desolador sobre la pobreza que llegó junto a la pandemia

Por Juana De Jesús

NUEVA YORK, 19 abril, 2022 (ADPRESS).- Alrededor de una cuarta parte de los adultos en hogares con o sin niños declararon que se habían quedado sin trabajo desde que se inició la pandemia de Covid 19, lo cuales les ha dificultado la alimentación y el acceso a servicios básicos, y al menos dos terceras partes de ese conglomerado ha sufrido pérdida de ingresos desde que la enfermedad sacudió el mundo hace dos años, revela un informe conjunto del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y el Banco Mundial.

La situación ha obligado a los adultos de uno de cada cuatro viviendas con niños en el mundo a dejar de comer durante un día o más, mientras los adultos de casi la mitad declaran haberse saltado una comida por falta de dinero.

Los niños, los más afectados

El informe, publicado en marzo pasado, señala que antes de la COVID-19, uno de cada seis niños en todo el mundo –356 millones– vivía en la pobreza extrema, ya que los miembros de sus hogares trataban para sobrevivir con menos de 1.90 dólares al día. Más del 40% de los niños vivían en una situación de pobreza moderada.

Y casi mil millones de infantes vivían en pobreza en los países en desarrollo, una cifra que desde entonces ha aumentado en un 10%, como resultado de la pandemia.

El informe, denominado “Impact of COVID-19 on the welfare of households with children” (Repercusiones de la COVID-19 sobre el bienestar de los hogares con niños) presenta las conclusiones de los datos recopilados en 35 países.

señala el documento que los hogares con tres o más hijos son los que más probabilidades tienen de haber perdido ingresos, ya que más de tres cuartas partes de estos hogares han sufrido una reducción de sus ingresos, en comparación con el 68% de los que tienen uno o dos pequeños.

Los pobres son más pobres

Dice que, aunque el año pasado la inflación alcanzó su nivel más alto en varios años, más de dos tercios de los hogares ingresaron menos dinero, por lo que las familias no pueden permitirse alimentos o servicios sanitarios esenciales. No pueden permitirse el alquiler de una vivienda.

“Las interrupciones en la educación y la atención de la salud de los menores, junto con los gastos sanitarios catastróficos que afectan a más de 1,000 millones de personas, podrían frenar el desarrollo del capital humano”, expresa el informe.

“El panorama es desolador, y los hogares más pobres se están hundiendo aún más en la pobreza”, dijo Sanjay Wijesekera, director del Grupo de Programas de UNlCEF. El informe concluye en que los infantes se ven privados de las necesidades más básicas.

Tanto UNICEF como el Banco Mundial exhortaron a las autoridades a que impulsen una ampliación rápida de los sistemas de protección social para los niños y sus familias.