Hepatitis infantil y nuevas variantes Covid-19 mantienen alerta comunidad médica internacional

La OMS registra 228 casos de hepatitis infantil de origen desconocido en 209 países y otros 50 están investigándose en todo el mundo. En cuanto a la nueva cepa del Covid-19, se presume que es un derivado de la subvariante BA.2 de Ómicron llamada BA.2.12.1.

Por Claudia Fernández

SANTO DOMINGO, 4 de mayo, 2022 (ADPRESS).- Los contagios se multiplican a velocidad increíble, manteniendo en estado de perplejidad a una comunidad médica que en estos momentos se encuentra atada de pies y manos ante el avance indetenible de la hepatitis infantil de origen desconocido y la nueva subvariante de ómicron, por lo que el mundo vuelve a ponerse en alerta máxima.

A dos años y medio de la aparición del SARS-Cov-2 (síndrome respiratorio agudo severo), que provocó el surgimiento de la primera pandemia del siglo XXI, la enfermedad denominada Covid-19, nuevas sombras vuelven a cubrir el universo, esta vez es un tipo de hepatitis que solo ataca a menores de 16 años, cuyo origen todavía se desconoce y que mantiene en alerta permanente a la comunidad médica internacional.

Cada día más y más naciones reportan la aparición o posible aparición de la nueva hepatitis infantil, y en estos momentos la Organización Mundial de la Salud ha afirmado que 209 países han reportado incidencia del mal, de origen todavía desconocido, elevándose a 228 el número de afectados informó Tarik Jasarevic, portavoz del organismo de Naciones Unidas, en rueda de prensa en la sede de la OMS, en Ginebra, Suiza.

Estos son los casos que el organismo ha reportado de manera oficial, aunque las dudas persisten sobre la veracidad de estas cifras, especialmente en Europa, en donde inició el brote de la nueva hepatitis.

Hasta el momento, la enfermedad mantiene en jaque a todo el mundo, y lo peor es que ya empieza a cobrar los frutos de su aparición, hasta el momento, cuatro muertes infantiles, 1 declarada oficialmente por la OMS y otras 3 por el Ministerio de Salud de Indonesia, en el Sudeste asiático, que ha elevado la alarma a grados insospechados, ya que los países en vías de desarrollo en caso de un brote mundial, pueden resultar los más afectados por no contar con las herramientas ni los recursos para enfrentarla.

La bruma sigue cubriendo los orígenes de esta nueva hepatitis, y se hacen todos los esfuerzos para determinar causas y origen y el por qué solo ataca a menores de 16 años, aunque no se ha precisado nada todavía, se baraja la hipótesis de que sea causada por el adenovirus 41, agente patógeno común que podría haber mutado, pero solo es una hipótesis, nada se sabe con certeza. Mientras, la enfermedad sigue extendiéndose.

Los adenovirus, normalmente intrascendentes, provocan problemas respiratorios, conjuntivitis o problemas digestivos. Son más frecuentes en invierno y se transmiten fácilmente en guarderías y escuelas. La mayoría de los seres humanos se infecta antes de los 5 años.

Las incógnitas que plantea este nuevo tipo de hepatitis son muchas y variadas, pues una de las cosas extrañas es que “los virus comunes de la hepatitis no han sido registrados en ninguno de los casos”, según reporta el Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades (ECDC) y la OMS, por lo que han declarado una alerta mundial para la detección y estudio de posibles casos que vayan surgiendo, ya que sus consecuencias son bastante graves, indican ambos organismos de salud.

De igual manera, recomiendan lavarse las manos, cubrirse al toser, así como test de sangre, suero, orina y heces a los afectados para analizar y secuenciar los posibles virus causantes. Lo cierto es que la enfermedad emergente se propaga, y la nueva generación de menores, que sufrieron el confinamiento obligado de la pandemia, ahora son las víctimas especiales del nuevo mal.

¿Volvemos a los inicios de la pandemia?

La eliminación de medidas restrictivas en casi todos los países o por lo menos parte de ellas, ponen en estado de alerta también a las naciones. Esta vez es una subvariante de la variante Ómicron, aparecida en Sudáfrica el pasado año.

La nueva cepa del COVID aparece por primera vez específicamente en el estado de Nueva York, en el noreste de Estados Unidos, en donde “más de una cuarta parte de su población se encuentra en un condado con un nivel comunitario de Covid-19 alto”, según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) de esta jurisdicción, por lo que recomienda el uso de mascarillas en interiores, en una nación en donde por orden del más alto tribunal se ordenó la eliminación de esta.

Según un trabajo publicado este miércoles, por Tradebrief International, “los casos tienen una tendencia al alza en la mayoría de los estados y han aumentado en más del 50 por ciento en comparación con la semana anterior en Washington, Mississippi, Georgia, Maine, Hawai, Dakota del Sur, Nevada y Montana”.

Todo parece indicar que un derivado de la subvariante BA.2 de Ómicron, llamada BA.2.12.1, que fue señalado por primera vez por los funcionarios de salud del estado de Nueva York en abril es el responsable de la nueva ola de contagios.

Este nuevo mutante BA.2.12.1, se está expandiendo un 25 por ciento más rápido que su virus principal, BA.2 y representa casi el 37 % de todos los casos de Covid-19 en los EE. UU., según nuevas estimaciones de los CDC.

Subvariantes autoinmunes

La preocupación vuelve a surgir en el mundo, con esta nueva cepa, ya que, según los últimos estudios realizados, las subvariantes pueden “escapar de los anticuerpos generados por infecciones previas causadas por el primer virus Ómicron, BA.1, la variante responsable de la enorme ola de infecciones que golpeó a muchos países en diciembre y enero”.

Hasta el momento, la nueva subvariante se ha detectado en 22 países, por lo que las autoridades de Salud dominicanas deberían declarar una alerta centinela, igual que con la hepatitis de origen desconocido, más ahora, que viene la temporada alta de turismo, para que no nos agarre mal confesados y volvamos a una situación de restricciones y miedo por la enfermedad.