Catástrofes han llevado a Haití al borde del abismo, dice el Programa Mundial de Alimentos

Por Juana De Jesús

PUERTO PRÍNCIPE, 11 de abril de 2022 (ADPRESS).- Unos 4,5 millones de haitianos podrían padecer “hambre severa” en Haití, y, de éstos, es probable que más de 1,3 millones se encuentren en un nivel de “emergencia” para junio.

Una publicación del Programa Mundial de Alimentos (WFP), por sus siglas en inglés), señala que los datos están contenidos en el último informe de la Clasificación Integrada de las Fases de Seguridad Alimentaria (CIF), que es el estándar mundial para medir la inseguridad alimentaria.

Haití es parte de un “anillo de fuego”, que se extiende desde Afganistán hasta el Sahel y América Latina, donde WFP dice que “el clima extremo, los conflictos, el COVID-19 y el aumento de los costos están llevando a las personas al borde del abismo”.

Con los precios mundiales de los alimentos en su punto más alto, WFP también está preocupado por el impacto de la crisis de Ucrania en la seguridad alimentaria, que probablemente seguirá afectando negativamente el poder adquisitivo en un país altamente dependiente de las importaciones.

WFP apoya los cultivos en zonas rurales

El informe del programa de las Naciones Unidas señala que, ahora, las comunidades rurales en el departamento del noroeste de Haití están implementando con éxito las medidas que han defendido y que les ayudarán a aumentar su resiliencia ante el clima adverso y vivir un futuro más seguro.

La erosión del suelo en tierras agrícolas montañosas y en terrenos más altos debido a la deforestación, durante décadas ha hecho que muchas tierras agrícolas sean improductivas e impracticables, pero con el apoyo del gobierno local, WFP y otros socios, los agricultores están ahora produciendo cultivos de nuevo.

El WFP apoya la rehabilitación de la tierra a través de estos programas: se paga a los agricultores para que planten árboles y construyan estructuras para prevenir la erosión, proteger el suelo y permitir que los cultivos florezcan nuevamente.

Se produce cuando la agencia de la ONU advierte sobre niveles de hambre sin precedentes en todo el mundo: las cifras recién publicadas para Haití muestran que los niveles de hambre siguen siendo altos debido a que la inestabilidad política, los fenómenos meteorológicos extremos y la creciente inflación limitan el acceso a alimentos asequibles.

Guisantes y frijoles donde antes había rocas

 “Ahora estamos sembrando diferentes tipos de guisantes y frijoles en esta tierra por primera vez en muchos años”, dice Germathes, quien al igual que otros miembros de la comunidad ha recibido apoyo para llevar a cabo el trabajo de rehabilitación de la tierra.

En los valles debajo de Paul Atrel, las inundaciones ocurren con regularidad y causan daños inmensos. La escuela primaria en el pueblo Cabaret cerró después de que llegaron las últimas aguas y los estudiantes se vieron obligados a buscar otra escuela para continuar su educación.

A unos pocos kilómetros de distancia, en las colinas del pueblo de Troissel, la comunidad trabajó con el apoyo del Ministerio de Obras Públicas y el WFP para construir una carretera que los unió por primera vez con los mercados locales, así como con las instalaciones de atención médica y escuelas.

“Todos trabajamos y recibimos asistencia en efectivo para quitar rocas y excavar para construir esta carretera”, dice Jean Ronel Saint-Preux. Las familias ahora pueden viajar para vender productos en el mercado, gastando 40 minutos en un viaje de ida y vuelta en motocicleta en lugar de las siete horas que tomaba caminar antes.

Muchos han ahorrado dinero en la cooperativa de ahorro y crédito creada como parte del proyecto de rehabilitación de carreteras. Hay una fuerte tradición agrícola en el norte de Haití y los agricultores quieren preservar su forma de vida y brindar un futuro seguro a sus familias, indican.

Imagen tomada por un dron en Paul Atrel, en el noroeste de Haití, donde el programa está interviniendo para mejorar los cultivos. (Foto del UFP).