Un municipio sin gestión condenado a hundirse entre basura y cobro de arbitrios medalaganarios

Cuando el ego, la inoperancia y la intolerancia van de la mano, todo apunta al fracaso, y peor si se trata de un funcionario, que, como el alcalde de Santo Domingo Este, se ha creído que está por encima de los munícipes que lo llevaron al puesto y hasta del propio gobierno central.

Por Claudia Fernández

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SANTO DOMINGO, 9 de mayo, 2022, (ADPRESS).- Los desechos sólidos se amontonan en cada esquina del mayor municipio del país, el de mayor desarrollo poblacional, social, económico e industrial debido a la falta de gestión gubernamental de sus autoridades municipales.

El organismo que debería ser el encargado de regular toda actividad de la ciudad, el ayuntamiento, alcaldía, cabildo o como quiera llamársele, hasta el momento no ha hecho nada para atender los reclamos de todo tipo y género que día tras día surgen por la inoperancia de quienes deben velar por mejorar la calidad de vida de este pedazo de territorio perteneciente a la provincia Santo Domingo.

La gestión de Manuel Jiménez al frente de este municipio deja mucho que desear y el descontento cunde y se esparce en los casi dos millones de habitantes que viven y se mueven en centenares de ensanches, barrios, calles, carreteras, callejones y avenidas de tiene Santo Domingo Este.

La presentación del Plan de Gestión Municipal 2020-2024, de la autoría del propio alcalde Jiménez, es bastante explícita en torno a lo que pretendía, que ya no pretende, a juzgar por las acciones llevadas a cabo.

“Queremos ser una ciudad vinculada a los mejores valores del ser humano. Una ciudad de vecinos, protegida por nosotros mismos, con sentido de pertenencia, con identidad propia, con ciudadanos (as) de actitud colaboradora, gente solidaria y con capacidad de entrega”.

Todo quedó en el baúl de los recuerdos al tomar posesión en pleno auge de la pandemia, lo que ha seguido igual o peor a lo largo de estos dos años, en los que ha revelado su verdadera identidad ególatra y narcisista, y, al igual que sus tres antecesores, no pierde oportunidad de disfrutar del botín que representa el gobierno municipal, y peor aún, logró que el Concejo de Regidores, aprobara el manejo total del presupuesto en sus manos, es decir, solo él tiene poder decisorio en lo que gasta, utiliza, compra y maneja el Ayuntamiento.

Entonces, ¿para qué sirve el Concejo de Regidores? Para cobrar salarios que son aumentados año tras año, y no es exclusividad de esta gestión, no. Todos lo han hecho en perjuicio de una ciudadanía atada de pies y manos, impotente e indefensa, a la que toca mantener este mamotreto.

Caos, la nota imperante en Santo Domingo Este

Irrespeto a los derechos del ciudadano a pie, desorden en el tránsito vehicular, desechos sólidos por doquier, violación a las más elementales reglas de urbanidad social, falta de iniciativas para mejorar mínimamente la calidad de vida de los munícipes, es solo una parte del escenario que mejor describe a este municipio. Caos, pura y simplemente, caos.

Proyectos inviables, como la construcción de un vertedero de desechos sólidos o basurero, como se dice en buen dominicano, arriesgando todo un ecosistema único, como los humedales del Ozama- Isabela, corrientes acuíferas que circundan la provincia completa de Santo Domingo, fue una de las ideas geniales del actual titular del cabildo.

El apoyo, luego de ser electo y en plena etapa pandémica, cuando fue un ardiente opositor de este plan del anterior gobierno, fue la construcción de una terminal de autobuses en pleno corazón del principal pulmón citadino el parque del Este y de una de las maravillas de la naturaleza, el parque de Los Tres Ojos, un complejo de cuevas y corrientes subterráneas, atractivo turístico inexplotado e inexplorado, forman parte de la carpeta del síndico Manuel Jiménez.

Si de planeamiento o planificación urbana se trata, ahí se puso la tapa al pomo, como se dice, ya que la mayoría de las avenidas y calles principales, por no mencionar las carreteras que circundan el espacio territorial, la situación se torna cada vez peor, no se puede transitar por aceras, ya que casi todas están ocupadas por negocios, negocitos, buhoneros, tarantines, exhibición de artículos para venta y todo tipo de obstáculos, que ponen en peligro la existencia de los transeúntes.

Y ni qué hablar del caótico tránsito vehicular, en donde no se respetan las mínimas reglas de conducción, sin embargo, y a pesar de existir una policía municipal, esta se mantiene tranquila en la sede del organismo municipal a la espera de un llamado de un inspector o un jefe para poner una multa o detener a alguien cuando se quiere hacer valer la autoridad inexistente.

Lo cierto es que el Plan de Gestión Municipal 2020-2024, solo son ideas plasmadas en papel . ni ejes centrales, ni objetivos generales, mucho menos específicos se han iniciado, mientras tanto, los arbitrios son impuestos por el titular y su entorno, mientras, Santo Domingo Este languidece en medio de la suciedad, el ruido, la falta de planificación urbana y una serie de males que amenazan la existencia social del municipio. En un segundo trabajo abordaremos otros temas importantes sobre la gestión municipal, que más bien es un desgobierno municipal.

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