“Sólo EE.UU. posee la bomba capaz de borrar las centrales nucleares subterráneas de Irán”

Con el mundo en vilo por el avance del programa nuclear iraní, un detalle técnico-militar marca una diferencia crucial: solo Estados Unidos tiene en su arsenal el arma capaz de penetrar y destruir los complejos nucleares más protegidos del régimen de Teherán.

Washington — Las tensiones entre Occidente e Irán se han intensificado en los últimos meses, alimentadas por el constante avance del programa nuclear de la República Islámica y su negativa a permitir inspecciones plenas de la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA). En este contexto, crece el debate sobre las opciones militares sobre la mesa, pero también se aclara un hecho crucial: solo Estados Unidos tiene la bomba capaz de anular militarmente los sitios subterráneos más protegidos del régimen iraní.

La bomba “rompe-búnkeres” más poderosa del planeta

Se trata de la Massive Ordnance Penetrator (MOP), una bomba desarrollada por la Fuerza Aérea de los Estados Unidos para enfrentar exactamente el tipo de desafío que representan instalaciones como la planta de Fordow, enterrada bajo una montaña cerca de Qom, al norte de Irán. Esta superarma fue diseñada para penetrar hasta 70 metros de tierra compacta o 20 metros de concreto reforzado antes de detonar su carga de más de 2 toneladas de explosivos de alta potencia.

Con un peso de casi 14 toneladas, el MOP solo puede ser transportado por bombarderos estratégicos del tipo B-2 Spirit, aviones sigilosos cuya tecnología también es exclusiva de Estados Unidos. Este detalle logístico refuerza la idea de que ni siquiera los aliados más cercanos de Washington, como Israel o el Reino Unido, tendrían la capacidad autónoma de ejecutar un ataque efectivo contra estos búnkeres nucleares iraníes.

Irán refuerza, EE.UU. responde

Desde 2010, Irán ha trabajado sistemáticamente en trasladar buena parte de su infraestructura nuclear a sitios subterráneos ultrablindados, en respuesta a amenazas de ataques. La planta de Fordow, por ejemplo, fue construida bajo una montaña de roca sólida, y su diseño busca resistir incluso bombas guiadas de precisión de las series más avanzadas como la GBU-28, que ya se consideran insuficientes ante la profundidad y blindaje de los nuevos refugios nucleares iraníes.

Este desafío llevó al desarrollo de la MOP, cuyas capacidades han sido probadas en instalaciones simuladas y en entornos de prueba extrema. Aunque su uso real jamás ha sido activado, el Pentágono ha reconocido que está lista para ser desplegada “en cualquier momento y en cualquier parte del mundo” si la amenaza lo justifica.

Israel y la presión por una intervención

Israel, uno de los principales críticos del acuerdo nuclear con Irán, ha advertido en reiteradas ocasiones que actuará militarmente si percibe una amenaza existencial por parte del régimen persa. Sin embargo, informes de inteligencia y evaluaciones militares coinciden en que el Estado judío no cuenta con el armamento adecuado para neutralizar Fordow u otros centros similares sin asistencia directa de Washington.

Esto refuerza el papel hegemónico de Estados Unidos en un eventual escenario de intervención, pero también pone sobre la mesa la delicada decisión política de lanzar un ataque preventivo que podría escalar a un conflicto regional.

¿Disuasión o último recurso?

Para muchos expertos, la existencia misma del MOP actúa como un instrumento de disuasión estratégica. “Saber que Estados Unidos tiene esa capacidad puede frenar a Teherán en la fase más crítica de su programa”, explica Ali Vaez, director del proyecto Irán en Crisis Group. Pero otros señalan que, si Irán decidiera acelerar la fabricación de un arma nuclear, la presión sobre Washington para usar esta bomba se volvería prácticamente inevitable.

La administración estadounidense mantiene oficialmente la postura de agotar todas las vías diplomáticas, aunque la retórica sobre “todas las opciones sobre la mesa” sigue siendo un mensaje claro hacia Teherán y sus aliados regionales.


📌 Claves del poder destructivo del MOP

  • Peso: 13,600 kg
  • Penetración: Hasta 70 metros de tierra o 20 de concreto
  • Explosivo: 2,700 kg
  • Portador: Bombardero furtivo B-2 Spirit
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