El negocio de las farmacéuticas, capitalismo y fármacos

Por Dr. Angel Pichardo Almonte

Las farmacéuticas, productoras de miles de medicamentos consumidos por personas víctimas de sus manipulaciones, se han constituido en el tipo de empresa capitalista que más ganancias le genera a los dueños de las grandes corporaciones.

El devastador consumo de medicamentos ha llegado a alcanzar la friolera suma de más 1 mil dólares per cápita en Estados Unidos (EEUU), precisamente el país donde una de las principales causas de muerte es el uso de medicamentos y donde las muertes por sobredosis por analgésicos superan las de la cocaína.

El uso de fármacos no necesariamente está relacionado a la calidad de vida de las personas. Hoy día existen en el mercado cada vez más fármacos, sin embargo, la población goza de menos salud, basta interpretar como EEUU, el país que más gasta en fármacos por persona, tenga una muerte por enfermedades cardíacas cada 40 segundos.

Es decir, según la American Heart Association “en Estados Unidos, las muertes por enfermedad cardiovascular, como causa subyacente de mortalidad, representan más de 801.000 muertes. Ese número equivale a una de cada tres muertes. Alrededor de 2.200 estadounidenses mueren todos los días de enfermedades cardiovasculares”.

Mientras más personas consumen fármacos más aumentan los beneficios de estas empresas capitalistas, las cuales se miden con un valor de la eficiencia a partir de las ganancias y no de los resultados sobre el aporte a la salud de los seres humanos.

Con toda la influencia que tienen en los sistemas sanitarios, las escuelas de medicina, las asociaciones de profesionales en atención a las enfermedades, los sobornos a parte del personal médico y la gran cantidad de dinero que invierten en publicidad, muchas veces engañosa, las farmacéuticas se constituyen en el sector de mayor crecimiento en ganancias, superando además el de las armas y las telecomunicaciones.

“El mercado farmacéutico mundial se estimó en 1,11 billones de dólares en 2017 y se prevé que alcance los 1,43 billones de dólares en 2020. En 2017 las 15 principales compañías farmacéuticas mundiales generaron ventas por valor de 568 mil 617 millones de dólares, lo que representa el 51% de la cuota de mercado mundial.

Los márgenes de ganancias de estas industrias son muy importantes alcanzando a veces entre el 70 y el 90%, con una tasa de ganancias del 20%, superando ampliamente el 15,8% de los bancos comerciales.”(Diario Digital Nueva Tribuna)

En un reciente debate sobre la influencia de las farmacéuticas en la formación médica, establecía a un grupo de médicos y médicas con quienes cursé la carrera de doctor en medicina en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), que fuimos víctimas de la formación de un mal llamado sistema de salud que nos manipuló para servirles como tontos útiles a las farmacéuticas.

Nos esforzamos mucho, muchos de nuestros compañeros y compañeras entramos y nos mantuvimos en una carrera que nos exigía tiempo de formación, vocación, entrega, capacidad extraordinaria de trabajo hasta el agotamiento, mala alimentación y malos tratos en los hospitales, y un largo etc. Para convertirnos en médicos y médicas, con una hermosa idea de ayudar y cuidar a nuestra gente, sin embargo, el complejo industrial farmacéutico se infiltró, se consolidó en nuestra visión de salud y terminó guiando el pensamiento y accionar de la atención.

Nos han querido utilizar como tontos útiles para, muchas veces, influenciados por un visitador médico, agente vendedor, indicar fármacos sin siquiera dar a conocer las investigaciones y resultados de las mismas.

De hecho, ya los congresos médicos han llegado a parecer más ferias y exposiciones de productos farmacéuticos, que espacios de presentación y discusiones profesionales sobre investigaciones y casos clínicos emblemáticos. Se puede llegar a pensar que la mayoría de los eventos convocados por las empresas farmacéuticas son actividades en las que se promueven las investigaciones y los debates sobre los avances y hallazgos de las ciencias médicas, sin embargo, basta con asistir a uno de estos eventos, realizados en grandes hoteles, para convencerse que los mismos están más concentrados en “posicionar” las nuevas marcas que han sido lanzadas al mercado. Se hace preciso reconocer que quienes guían estos procesos de lanzamiento de nuevos fármacos son comerciantes, mercadólogos y financistas.

Han presionado tanto que han llegado a controlar casi el 90% de las investigaciones médicas. Es decir, lo que leemos no necesariamente son investigaciones realizadas por la academia ni centros de investigaciones en salud, sino por las farmacéuticas, en las cuales sus intereses son financieros, no de salud.

“Algunas farmacéuticas a la hora de hacer investigaciones sobre la cura de nuevas enfermedades prefieren hacer investigaciones sobre enfermedades más rentables que solo favorecen a una minoría, que es la población con más poder económico y no se preocupan por hallar curas para aquellas que padecen los más pobres. Estas industrias se preocupan más por su rentabilidad que por ayudar a la sociedad.”

Es preciso aportar a desarrollar criterios diferentes de los establecidos por el capitalismo para hablar de la salud, trascendiendo la idea dominante de la medicalización de toda la sociedad.

Nueva sociedad requiere nueva visión y propuestas de salud diferenciadas de la de este sistema capitalista que solo pone énfasis en las ganancias para las corporaciones.

Rebasar el planteamiento hegemónico de vincular salud solo con acceso a fármacos, y posicionar temas más relevantes para la buena salud de las colectividades como son: acceso a alimentos no contaminados por agroquímicos, acceso a agua potable, reconocimiento de los saberes ancestrales y populares, acceso a información no manipuladas sobre los temas de salud, saneamiento ambiental, contexto de vida libre de discriminación y violencia, distribución de las riquezas socialmente producidas, ingresos dignos, hábitat sin hacinamiento ni contaminación, entre otras propuestas que permitan la construcción de una sociedad libre de manipulación y en mejores condiciones de salud.