EDUCACIÓN EN IGUALDAD: EL IMPACTO CIUDADANO DE UNA LEY OBLIGATORIA EN REPÚBLICA DOMINICANA

Un debate necesario para el presente y el futuro

República Dominicana enfrenta desafíos estructurales en materia de equidad de género: altas tasas de violencia machista, embarazo adolescente, desigualdad laboral y representación política limitada para las mujeres. A pesar de algunos esfuerzos institucionales, la desigualdad sigue arraigada. Ante este panorama, surge la pregunta: ¿qué pasaría si una ley hiciera obligatoria la enseñanza de igualdad de género en todas las escuelas del país?

¿Por qué una ley en educación con enfoque de género?

En el país existen iniciativas educativas dispersas, como la inclusión de temas de derechos humanos en el currículo básico, pero la perspectiva de género no está institucionalizada ni es transversal. Una ley obligatoria permitiría:

  • Incorporar el enfoque de género en asignaturas desde el nivel inicial hasta el bachillerato.
  • Establecer estándares nacionales claros sobre qué enseñar y cómo hacerlo.
  • Garantizar la formación continua de docentes en temas de igualdad, derechos y no discriminación.

¿Cómo impactaría en la ciudadanía?

1. Reducción de la violencia de género

Según el Ministerio de la Mujer, en 2023 se registraron más de 60 feminicidios. Una educación que promueva relaciones igualitarias, desmantele estereotipos sexistas y enseñe resolución pacífica de conflictos contribuiría a prevenir la normalización del machismo desde la infancia.

2. Disminución del embarazo adolescente

RD tiene una de las tasas más altas de embarazo en adolescentes en América Latina y el Caribe. La educación con enfoque de género —complementada con educación sexual integral— empodera a niñas y adolescentes a tomar decisiones informadas sobre su cuerpo y sus relaciones, retrasando la maternidad no deseada.

3. Fomento de la participación ciudadana equitativa

La igualdad de género en la educación cultiva una ciudadanía activa y crítica, que cuestiona roles tradicionales y promueve la participación equitativa en la vida pública y política, donde las mujeres aún están subrepresentadas.

4. Reducción de la discriminación y acoso escolar

Estudiantes que entienden y valoran la diversidad de género y orientación sexual tienden a reproducir menos actitudes violentas o excluyentes. Esto se traduce en ambientes escolares más seguros, inclusivos y respetuosos.

5. Promoción de la corresponsabilidad familiar

En un país donde las tareas del hogar y el cuidado siguen recayendo desproporcionadamente en las mujeres, educar en igualdad ayudaría a promover nuevas masculinidades y la corresponsabilidad en la vida familiar y doméstica.

¿Es viable una ley así en República Dominicana

Aunque hay avances como la Ley 66-97 de Educación y la Estrategia Nacional de Desarrollo 2030, no existe una ley específica que haga obligatoria la enseñanza de igualdad de género. Propuestas en esta dirección podrían enfrentar resistencias desde sectores religiosos, conservadores o incluso parte del magisterio.

Sin embargo, el marco internacional —como los compromisos con la CEDAW y los Objetivos de Desarrollo Sostenible— ofrece sustento legal y ético para impulsarla.

Un paso hacia el cambio estructural

Una ley de este tipo no resolvería por sí sola los problemas de desigualdad, pero sí establecería las bases para una transformación cultural profunda. La educación es un motor de cambio social. Sembrar igualdad en las aulas es cosechar ciudadanía más justa, informada y libre de violencia

Conclusión

República Dominicana enfrenta una decisión crucial: seguir postergando el abordaje estructural de la desigualdad o asumir que la educación con enfoque de género es parte de la solución. Una ley que obligue su docencia no es un acto ideológico, es una política pública basada en derechos humanos.

Educar en igualdad no es una opción, es una necesidad.

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